lunes, 2 de septiembre de 2013

Noche de oscuro sentimiento

Aquí estoy como una idiota tumbada en la cama muriendome de rabia por todo, por no poder ser agradable con los que me quieren y por querer que aun asi otros lo hagan...
Me dan ganas de cojer un cuchillo de la cocina y abrirme en canal para apestar a todo con el pertubador hedor de mi interior...
Quiero morir, a veces no se porque, todo me sabe a poco, me resulto poca cosa pero después de todo solo soy un animal que corre, busca, husmea, devora, desagarra y destroza cuanto ve, ávido de sangre en busca de algo, alguien que le haga parar que le diga que todo esta bien, que le acaricia detrás de las orejas y consiga que se duerma y pare de sufrir que mire a sus ojos y vea amor y no odio...
Hace unos días que conocí a alguien. De esas veces que te desborda un ataque momentáneo de confianza y quieres resultar agradable a la gente, pero esta vez ya me había fijado. Ella tenía un cuerpo esbelto el pelo corto y enrebujado y la mirada de yonki tierna de color del hielo derretido. Me acerqué a ella confiada en que le caería bien pero una fuerza inexplicable me arrrastró de nuevo a la miseria y tuve que soportar como tonteaba con su amiga el resto de la noche, después de todo yo solo era una niña para ella, no entendía las cosas, no veía mas halla de mis narices. En fin solo me ofrecían condescendencia como siempre. Después de toda la noche soportando el vomitivo amor de mi al rededor fuimos a tomar un café y allí todo se volvió mas cómodo. Se dieron cuenta que no era solo una cría que tenía una vida, una pequeña historia que contar. Les resulté interesante y eso me alivió. Después nos dio por hablar de miradas y pensé que esa era mi oportunidad de destapar un poco lo que sentía por esa chica. La miré directamente a los ojos y le pregunté que que veía en ellos... Ella me contesto que eran turbios.

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