jueves, 19 de junio de 2014

El infierno

El infierno es un lugar lleno de putas y cabrones. Los líquidos que te consumen son lúbricos y las ansias se tornan a la locura. Un grupo de demonios, cuyo semblante es lo más horrendo que en tus pesadillas pueda habitar, violan brutalmente a los hombres de provecho que pensaron que viviendo de un dogma huirían de sus pecados. Con sus poyas de ácido les revientan el ojal que mientras sangra cicatriza para luego echarle sal. Y de su semen hacen un río donde se bañan las súcubos hambrientas de sus fluidos que a las mujeres devoraran  hasta que pierden el sentido con los coños humeantes rezumando los placeres de su destino que siempre insatisfechas buscan hasta caer de nuevo en el olvido. Y bajando por este río están los que tornaban del averno un paraíso que para ellos por ignorantes les espera el peor castigo y beben y beben de la sustancia mientras las arpías les azotan es su parte genital. Cuando el dolor se la arranca le crecen dos más ansiando correrse como un volcán que nunca podrá erupcionar. No hay paz para ninguno que de lujuria desesperada arañan la roca hasta quedarse sin manos sin cuerpo sin boca que no son más que almas rotas que por jilipoyas ahora están condenadas a vivir en la derrota.