jueves, 17 de octubre de 2013

Cosas de mi infancia parte 1 (Mártir por diversión)

Se lo que es estar enamorada hasta que te arrancan de mala manera todos lo órganos de tu cuerpo dejándote bacía y si esperanza. Aun así no dejas de pensar en ella, no dejas de esconder y buscar las cosas que te la recuerdan. Aunque no sea normal, natural ni reciproco lo único que piensas es es en como seria todo  si estuviera a tu lado. Y en las noches a veces la odias otras la amas o simplemente tienes ganas de llorar cada vez que la imaginas follando con cualquiera que no seas tu. Y te martirizas pensando ¿Que me falta? ¿que hice mal? Como si quisieras oír la respuesta. Como una mártir por diversión agarras una de sus viejas fotografías, escribes cartas de amor que nunca enviaras, gritas, golpeas, pataleas y lloras en silencio ¿por que es todo tan injusto? ¿es que no valen una mierda mis sentimientos? Y de nuevo aquí esta la mártir, la eterna plañidera de un cadáver sin cuerpo, sin respuesta ni nombre, una fantasía muerta, nada mas que una ilusión despedazada por el tiempo. La ilusión de una ilusa que se te mete entre pecho y espalda inventando mil reproches para tener algo de lo que lamentarse y poder llorar, vivir, amar. Porque no es tan difícil olvidar si en verdad se quiere pero cuando nunca se ha querido no merece la pena intentarlo. Mejor seguir llorándole a aquel muerto invisible que se parece a alguien que conoces, que conociste hace mucho, pero es solo eso, una persona, que en tu mente toma mil y una formas falsas.
No le llores a los difuntos, ellos no pueden hablar ni responderte