A veces pienso que la gente es idiota y acabo cayendo en la cuenta tarde o temprano de que la idiota soy yo. No se puede ser perfecto, menos en este mundo en el que la opiniones y la moralidad tienen infinitas variantes igual de nocivas para unos y otros. La gente te trata mal para sentirse mejor y no te importa porque sabes que tu también lo haces, que es el circulo vicioso de la vida que todo lo destruye y nos deja vacíos y solo nos queda aferrarnos a cualquier personaje ficticio que tenga una vida mejor ¿Quien no ha soñado con que es un héroe vengador cuyo único problemas es matar a seres, supuestamente malvados y sin cerebro para dejar de serlo que amenazan la vida de otros? Así todo sería mucho mas sencillo, simplemente alimentar la fantasía, crear un universo al rededor de esa idea para que las piezas sueltas encajen. Suspirar y sentirte orgulloso de ser el salvador de esas débiles mentes que no pueden imaginar nada mejor para sus vidas, ser fuertes y salvarse solas, sin saber que ellos se ríen de ti por pensar que tu estas haciendo algo por ellos al salvarlos de que se salven por ellos mismos.
La vida es un cúmulo de experiencias libremente interpretables. Si te resulta agradable o conveniente algo lo tomas como tu seña de identidad hasta que algo sea mejor o mas aceptado o hasta que no aguantes mas y debas seguir el rebaño que tan lejos esta de ti en la meta. Somos parásitos arrasando acontecimientos, haciéndolos propios, ponemos en boca de la gente palabras que nunca han dicho, no burlamos de sus errores, capturamos y modificamos esencias para diferentes momentos y las movemos de un lado a otro buscando la colocación perfecta de nuestro mundo perfecto.
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