Cuando la luna nos sonríe
nos volvemos animales
y ya no son tales los males
que nos quieren destronar
Me subiste de un golpe a la nube
desde que te vi pasar
Ya no tengo miedo a morir
ya no quiero matar
Por los rincones dejamos marcados
caricias sangre y arañazos
que si no tocan tu boca
desaparecen mis labios
Déjame ser la loca
que te arrastre junto al diablo
La imbécil, idiota
que se quite la ropa
para que la toquen tus manos
Sentirte en mis garras
me rompe en pedazos
pues solo deseos tus brazos
para tener de que comer
Los dientes que me clavaste
ya jamas saldrán de mi
ni aunque me arranque la piel
saldrás de ahí.
Me has cazado
domesticado
pero aun así
soy feliz.
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